SIMPLEMENTE... TOLEDO

domingo, 11 de marzo de 2012

SE LLAMARÁ MARZO.

¡Buenas!. Aquí estamos de nuevo. Espero que estéis muy bien.


Como siempre, vamos con la frase. 


La mujer es la pieza fundamental para el hombre.

Comenzamos.

Hoy es 11 de Marzo. Desde hace 8 años, esta fecha está marcada a fuego en el corazón de tod@s nosotr@s.

Hace un tiempo, escribí un relato de homenaje a las víctimas que espero que os guste. Su nombre es "Se llamará Marzo".


_____________________________


Suena el despertador. Lo apago con desgana. Me doy la vuelta y veo tu cara medio dormida, abriendo los ojos. Con esa visión, el sol ya ha salido sin tener que levantar las persianas.


Te saludo. Nos levantamos lentamente. Ya es jueves, 11 de marzo de 2004. Algo que te anima puesto que este fin de semana teníamos planeado irnos un fin de semana romántico al campo y pasar de las elecciones y todos los políticos.


Nos duchamos, desayunamos y te vistes. Yo estaba en paro, así que, me quedaba en casa, haciendo la maleta para el fin de semana.


Estabas muy animado, y ya estabas pensando en que en cuanto te montaras en el tren le ibas a hacer un montón de bromas al señor mayor que era de tu equipo rival, sonreír al ver al chico universitario que no se atreve a decirle algo a la chica que se pone siempre a su lado y a escuchar las interesantes conversaciones de una madre con su hija de camino al colegio.


Te marchastes, besándome y diciéndome que este finde intentaríamos buscar ese niño que tanto estamos buscando para ser una familia completa.


Se cerró la puerta. Yo me puse a planchar ropa para meterla en la maleta. 


Tenía puesta la radio, escuchando música ya que no quería escuchar política.


Así pasó el tiempo. Hasta que llegó el momento que me heló el corazón.


La música paró y el locutor puso voz seria. Empezó a decir que había habido un accidente en unos trenes de cercanías.


Inmediatamente, subí la radio para saber donde era. En cuánto oí que era tu ruta y el tren que tú cogías, cogí el móvil rápidamente y te llamé.


Cada tono de tu teléfono era una puñalada en mi corazón. Saltó el contestador. Estaba desesperada. 


Pasaba el tiempo, en la radio comenzaron a decir que muchos heridos estaban siendo evacuados a hospitales.


Me vestí con lo primero que pillé y salí hacia todos los hospitales.


Fui por todos, viendo en las listas de heridos, tu nombre no estaba. Yo pensaba que me volvía loca.


Llegué a un hospital, miré en el listado y ahí estaba tu nombre. Entré y me identifiqué como tu mujer. Me dejaron pasar hacia donde estabas.


Allí estabas, en una cama lleno de vendajes. Los médicos me dijeron que tenías graves quemaduras y que no sabían si ibas a sobrevivir.


Entré, me senté a tu lado. Girastes la cabeza lentamente. Intentabas decirme algo pero te dije que no hablaras, que ahorraras energías. Intuí una pequeña sonrisa en tu rostro.


Pasaron los días, tú te abrazabas a la vida como podías.


Hasta que al final, tu cuerpo no pudo más y te fuístes para siempre. Caí sobre tu cuerpo desconsolada, llorando porque. Sabía que jamás amaré a otro hombre. Tú eras y serás mi único amor.


Te incineramos a los pocos días y echamos tus cenizas en un árbol de nuestro jardín. Era el lugar de nuestra casa donde más te gustaba pasar el tiempo.


Pasaron los meses y yo te echaba más y más de menos. Hasta que un día, decidí que iba a tener un niño, que nuestro proyecto de familia se iba a cumplir porque tú ibas a estar siempre con nosotros.


Acudí a una clínica de fertilidad donde tú hacía tiempo habías guardado semen "por lo que pudiera pasar". Tú siempre tan previsor.


Pedí que me realizaran el tratamiento y tras realizarme las pruebas, a los días me llamaron para introducir tu semen dentro de mí.


En aquella fría sala, donde los médicos se pusieron a trabajar, yo imaginaba que estaba contigo en nuestro dormitorio y recordaba una de nuestras calientes noches de amor.


La inseminación fue un éxito. Estaba embarazada. Mi felicidad era inmensa. Ya sólo quedaba esperar. 


Según crecía el feto, te notaba a ti puesto que me daba muchas patadas y era muy inquieto.


Llegó el día de dar a luz, empujaba y empujaba. Notaba como que tú estabas junto a mí, cogiendo mi mano.


Y salió el bebé. En cuanto salió, me lo pusieron encima de mí.


Al ver su cara te vi a ti. Sus pequeños ojitos desprendían esa mágica chispa que tú sólo tenías. Eras tú. Sonreí al cogerme con su manita mi dedo.


- ¿Cómo se va a llamar?. Preguntó la enfermera.


La miré y la dije.


- Se llamará Marzo. En recuerdo a su padre, mi único amor.
_____________________________


Y hasta aquí, nuestro pequeño homenaje a las víctimas. Desde aquí, queremos llamar a la paz y que las muertes violentas desaparezcan de nuestras vidas, de las vidas de todo el mundo. Dejemos a la Naturaleza hacer su trabajo. No somos nadie para quitar la vida a otro ser humano, dan igual los motivos. Vivamos como herman@s, pues eso es lo que somos.


Como canción, os dejo con "Jueves" de La Oreja de Van Gogh. Preciosa canción, donde se trata con gran cariño la figura de las víctimas, sin política ni nada detrás. Espero que os guste.




Para cualquier cosa, aquí están nuestras vías de contacto:


- Facebook: http://www.facebook.com/profile.php?id=100002927185210

- Google +: https://plus.google.com/112742821608595941523/posts?hl=es

- Hotmail: unriodepalabras@hotmail.com

- Ivoox: http://www.ivoox.com/mi-perfil_af.html

- Twitter: https://twitter.com/#!/RioPalabras

- Youtube: http://www.youtube.com/user/RiodePalabras?feature=mhee  


Gracias por vuestras lecturas y comentarios. Sois el motor del blog :-).


Se despide,


Triskel, gota de palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario