SIMPLEMENTE... TOLEDO

viernes, 27 de febrero de 2015

EL PRECIO DEL SABER

¡Buenas! Aquí estoy de nuevo.

En esta semana, entre otras cosas, ha sido tema de actualidad el futuro de la Universidad.

Como sabréis, se quiere pasar del actual Sistema Bolonia, que actualmente contempla cuatro años de grado más uno de especialización por el denominado Sistema 3+2, que establece tres años de grado más dos de especialización mediante máster.

Para conocer la opinión de la comunidad universitaria toledana sobre este tema me he puesto en contacto con dos personas que la conocen muy bien.

Me refiero a Antonio Casado Poyales, responsable de la Biblioteca del Campus Tecnológico y a Beatriz Ruiz Navalmoral, delegada de alumnos del Campus de Toledo.

Antonio expuso brevemente su opinión:



Mi opinión es absolutamente a favor de la vuelta al 3+2, (por motivos de coherencia con el resto de Europa y por haber demostrado su funcionamiento desde el S. XIX) pero absolutamente en contra de la diferencia de tasas (con másteres más caros) y de que se haga de manera voluntaria coexistiendo con el 4+1, al que habría que dar carpetazo cuanto antes, mejor.

Aunque también me remitió a su blog personal donde había escrito una entrada sobre el tema recientemente y donde podéis conocer su opinión de una forma más extensa.


Por otra parte, Beatriz también expuso su opinión:


El decreto 3 +2, supone un cambio radical en la estructura de las enseñanzas universitarias.
En primer lugar, el hecho de reducir las carreras universitarias a 3 años provoca que sea insuficiente el periodo de formación.
En mi caso, ya hemos notado con el plan Bolonia las consecuencias de tener una asignatura en un solo cuatrimestre, siendo antes impartida en dos, teniendo la misma carga de trabajo e información en un tiempo mucho más reducido. Con el plan 3+2 esto ocurriría en todas las asignaturas de los grados, viéndose obligadas las universidades a reducir información y formación, por lo que merma nuestra cualificación en un futuro laboral. 
Para poder adquirir esta cualificación y especialización del grado, sería necesario cursar un máster, ya no de un año sino de dos, no pudiendo equiparar el precio de los grados a los de máster, provocando que solo aquellos con suficientes recursos puedan tener las capacidades necesarias, dejando fuera a todos aquellos que no puedan hacer frente a dicha carga económica, por lo que es una reforma excluyente. 
En segundo lugar, no creo que sea el momento de implantarla puesto que aún seguimos adaptándonos al plan Bolonia, en muchas universidades aún conviven planes antiguos con el plan Bolonia, debido a esto, implantar un plan con una estructura nueva lo único que puede provocar es el desconcierto entre los estudiantes, la sociedad, el mercado laboral y las propias universidades al convivir tres sistemas distintos. 
Por todo esto, creo que no es el momento al no darse las circunstancias adecuadas para realizar un cambio de estas características.

Una vez expuestas las dos opiniones, me gustaría también dar la mía.

El actual sistema universitario español es un cajón desastre donde conviven diferentes modelos educativos que lo único que hacen es confundir al alumno, el cual ve como el nivel formativo baja cada año más y donde tiene la sensación de que tras pagar un gran desembolso económico no ha aprendido nada que le sirva para poder ejercer una profesión decentemente.

En un mundo cada vez más globalizado y donde profesionales de otros países son más competentes, nuestros universitarios deberían salir de la carrera con una formación adaptada a los nuevos tiempos. 
 Una formación que no debería de ser unificada en unos tiempos uniformes.

Los años de duración deberían de establecerse en medida de lo que requiera la futura profesión del alumno.

Ni que decir tiene que debería ser perfecta, es decir, sin completos necesarios una vez se acabe la carrera.

Profesorado preparado para esta misión existe, por supuesto. Un profesorado que ve impotente como desde arriba es obligado a recortar materia y a no poder explicar todo lo que querría explicar, primero por falta de tiempo material y segundo porque no pueden hacer competencia a los másters.

Unos másters a los que las universidades públicas no pueden competir con las privadas puesto que son obligadas a subir sus precios descaradamente, algo que también tienen que hacer con las tasas de los grados.

Ambas acciones obedecen a la idea de empujar al alumno a la universidad privada que, como se ha demostrado en muchas ocasiones, tiene un nivel formativo muy inferior a la universidad pública.

En conclusión, el alumno debería afrontar con absolutas garantías el difícil mundo laboral y si lo desea para su propio progreso personal, estudiar un máster de forma voluntaria, como un extra a su formación, no como una obligación o requisito para encontrar un trabajo.


Hasta aquí la entrada. Aprovecho la ocasión para dar las gracias a Beatriz y a Antonio por su gran aportación sobre este tema.

Y muchas gracias a vosotros también por vuestras lecturas y comentarios.

Se despide,

Triskel, gota de palabra.

sábado, 14 de febrero de 2015

HABÍA UNA VEZ EN OTRO TOLEDO...MARIQUITA LA PELONA

¡Muy buenas!

En este día tan especial, toca poner una leyenda toledana romántica.

He elegido una de las pocas que no acaba con final trágico y que nos da una gran lección: lo importante de una persona está en el interior.


Se trata de "Mariquita la Pelona".

Es una leyenda sin una zona concreta de acción ya que apenas se mencionan lugares en ella.

Tradicionalmente se la ha relacionado con la zona de la Plaza de las Cuatro Calles al ser una de las zonas gremiales por excelencia de Toledo.




Sin más, procedo a contaros la leyenda.

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Vivía en Toledo un cristiano viejo un tanto zascandil llamado Juan Lanas, cuya vida no siempre era todo lo honrada que debiera.
Cierto día tuvo un pleito con un vecino por unas tierras, resultado del cual tuvo que pagar una cantidad importante de maravedíes, y tal fue el disgusto por la pérdida de tan importante suma que al poco enfermó quedando ciego.

Juan tenía una hija, Mariquita, doncella honrada y trabajadora, cuya belleza era asombrosa, especialmente por una espléndida cabellera que cuidaba y atusaba con esmero cada mañana.
La pobre infeliz no hacía más que lamentar el estado en que había quedado su padre, sin poder volver a ver los maravillosos colores de las flores, ni los azules cielos, ni el rubio de su cabellera.

Estas meditaciones la tenían sumida en una profunda tristeza, motivo por el que cierta mañana se acercó hasta un afamado médico árabe de nuestra ciudad junto a su padre para ver si era posible hallar remedio al mal que lo aquejaba.
Tras el reconocimiento, el médico afirmó ser capaz de devolver la vista a su padre, pero las plantas, piedras y componentes necesarios para llevar a cabo la curación debían venir de muy lejos, lo que hacía que el precio por el remedio adquiriera la cantidad de 500 maravedíes de oro.
¿De dónde iban a sacar una cantidad tan elevada?

En aquellos tiempos frecuentaba la casa un buen amigo de la familia, perteneciente al gremio de los escuderos, de nombre Maese Palomo, quien amaba en silencio a Mariquita, pero incapaz de reconocer su amor vivía con la angustia de que, cualquier día, Mariquita le daría el sí a otro hombre.
Su timidez le impedía confesar sus amores y bien que lo sentía.

Precisamente una tarde que se encontraba de visita en casa de tan querida familia, anunció que había muerto una tía del Corregidor, y que era preciso encontrar doncellas honradas que quisieran portar el féretro, recibiendo por ello un ducado, y se preguntaba si Mariquita estaría dispuesta.

A todos pareció bien la propuesta y nuestra joven se encaminó al lugar indicado para vestir el hábito blanco, la faja y la corona ceñida a esa hermosa cabellera.

Y he aquí como el destino a veces juega con nosotros de manera imprevisible...

La mujer del Corregidor era completamente calva debido a unas fiebres que había cogido sabe Dios donde, y claro está sufría terriblemente por ello, cubriendo en todo momento su cabeza con pañuelos y sombreros.
En la procesión que portaba el cuerpo de la difunta, la Corregidora se fijó en la espléndida melena de Mariquita, sintiendo que ya no podía vivir si no poseía esa hermosa melena trenzada en su cabeza.

Por eso, finalizado el acto pidió a su marido que hablara con ella y ofreciera cualquier cantidad de dinero para conseguirla.

Dicho y hecho. A la mañana siguiente, el Corregidor se acercó hasta la casa de Mariquita ofreciendo 100 maravedíes si aceptaba cortarse tan esplendoroso aditamento, trenzarlo y ofrecérselo.
Mucho extrañó a la joven la oferta, quien pronto se percató de que el interés de aquel hombre era mucho y que estaría dispuesto a pagar mucho más.
De esta manera, Mariquita fue exigiendo sumas mayorees, mientras que el Corregidor iba aumentando las suyas, y en este juego, se alcanzó la cifra que Mariquita ansiaba: ¡Quinientos maravedíes!, la misma cantidad que necesitaba para curar a su padre.

Así pues, y con mucho dolor, emplazó al Corregidor al día siguiente para recoger su cabellera perfectamente trenzada y nada más salir tan importante personaje corrió a coger unas tijeras y comenzó a rapar su pelo.
Varias horas duró la tarea, horas en las que las lágrimas no pararon de brotar de sus ojos.

Cuando finalmente concluyó su trabajo, se acercó hasta un espejo y con más miedo que otra cosa, posó su mirada en él, apareciendo una imagen desconocida: la suya sin nada de pelo.

Tan fuerte fue su dolor que inmediatamente se colocó un pañuelo para cubrir su calvicie, y cogiendo a su padre por el brazo, lo llevó hasta el médico para que iniciara la cura, prometiéndole que a la mañana siguiente tendría su dinero.

Las cosas han salido como debían. El Corregidor cumplió su palabra y pagó el dinero acordado.
El médico hizo lo propio y tras cobrar tan sustanciosa cantidad sanó al enfermo.

Al día siguiente,  Maese Palomo acudió a la casa de Juan Lanas para felicitarle por su recuperación.
Llegó a la casa y vio a Mariquita con el pañuelo.
Extrañado, preguntó a Juan Lanas el motivo por el cual su hija portaba aquel pañuelo.
Al conocer toda la historia, no tuvo ningún reparo en pedir la mano de Mariquita a pesar de su calvicie, pues su amor podía más que tan desgraciada circunstancia, todo ello con el consentimiento del padre que veía en Maese Palomo un hombre generoso y de buen corazón.

Cuenta la leyenda que, tantas buenas circunstancias se juntaron que, Mariquita decidió que a partir de ese día, y en recuerdo de estos sucesos, se le apodara Mariquita la Pelona, porque nunca más dejaría crecer su cabello símbolo de lo superficial, sino que se dedicaría a buscar la belleza en el interior de las personas.

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¿Qué os ha parecido la leyenda? Bonita, ¿verdad?

Como canción he seleccionado una canción que para mi representa a la perfección lo que es el amor.

Se trata de "Comiendote a besos" de Rozalen.


Muchas gracias por vuestras lecturas y comentarios.

Sois el motor del blog.

Se despide,

Triskel, gota de palabra.

jueves, 12 de febrero de 2015

PAULA, UNA GRAN LUCHADORA.

¡Muy buenas!

El motivo de la entrada de hoy es para dar a conocer a una gran luchadora.

Hoy quiero hablaros del caso de Paula García Vela, una niña de 5 años que día a día enseña a todos una gran lección de vida.

Enseña que muchas veces algunos nos quejamos de vicio de la vida que tenemos.

Paula nació en 2009 en Huelva. En un principio, estaba programado que el parto fuera por cesárea pero los médicos decidieron que lo mejor era un parto vaginal e inducirlo.

La niña no bajaba por el canal de parto y tuvo que salir con los fórceps con todas las lesiones que se produjeron para Paula.

Le produjeron fractura de la clavícula izquierda y lesión medular, presente hipotonía generalizada severa.

Tuvieron que realizarla una traqueotomía para poder respirar, gastroctomía para alimentarse, y también le tuvieron que colocar una válvula de derivación del ventrículo peritoneal.

Todo esto derivó en parálisis cerebral (tetraparesia secundaria a lesión medular) con una minusvalía reconocida en un 99%.

Desde aquel momento, Paula ha necesitado muchas intervenciones quirúrgicas y mucha rehabilitación, primero en Huelva, luego en Sevilla y hasta tiene que venir aquí a Toledo, al Hospital Nacional de Parapléjicos, donde hace rehabilitación y terapias respiratorias.

Debido a todos estos problemas, la situación económica familiar es pésima.

La familia de Paula tiene denunciado el caso por la terrible negligencia que se produjo en el parto.

Para poder continuar con el proceso necesita de los servicios de un médico forense particular, lo cual implica una fuerte suma económica de la que ahora mismo no disponen.

Por eso, Paula necesita nuestra ayuda. Hay varios canales para poder ayudar:

- Cuenta de Paula: LA CAIXA ES07 - 2100 - 2565 - 41 - 0110422935 .

- Uniéndose a su grupo de Teaming aportando 1 € al mes: GRUPO TEAMING PAULA

- Votando su reto Nuez "Una silla para Paula" : UNA SILLA PARA PAULA.

- Sorteos y rifas de los que encontraréis más información en el FACEBOOK DE PAULA

Seguro que entre todos, podemos hacer algo muy grande y dar un gran futuro para esta gran personita.

La canción que he elegido creo que no necesita presentación.



No querría acabar la entrada sin mandar desde aquí todo mi ánimo y mi gratitud para María Paz, la madre de Paula que fue quien se puso en contacto conmigo para contarme el caso.

Si alguien más necesita ayuda o contactar conmigo para cualquier cosa, las vías de contacto son:

FACEBOOK RÍO DE PALABRAS.

HOTMAIL: UNRIODEPALABRAS@HOTMAIL.COM

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Muchas gracias por vuestras lecturas y comentarios.

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