¡Buenas!. Aquí estamos de nuevo. ¿Qué tal estáis?. Espero que muy bien.
Como siempre, vamos con la frase. En este caso, el autor es Adrian Mcyorian.
Si algo anda mal... ¡voy a decirlo!.
Comenzamos.
Cipriano González Sánchez. Quizá este nombre no os diga mucho este nombre, pero si añado que su sobrenombre es "el amigo de los pobres" seguro que es conocido por la gran mayoría.
Y será conocido seguramente con una sonrisa ya que, este señor es lo que genera sonrisas.
¿Y cómo lo hace?. Muy sencillo. Repartiendo alimentos entre los que menos tienen, sin prejuicios. Simplemente, por ser seres humanos.
A través de su pequeña ONG llamada "El Socorro de los Pobres", se dedica a recoger todo aquellos alimentos y demás que gente de buen corazón dona para la causa. Él sólo pone dos peros a las donaciones:
- Que NO sea comida caducada ni ropa que esté prácticamente inservible. Sólo acepta comida comprada para la causa, no sobras y ropa nueva.
- NO acepta dinero. Siempre responde al que le ofrece dinero que se lo gaste en un supermercado comprado ropa o alimentos para la causa.
Aquí podéis observar que no es un mendrugo de pan y una botella de agua.
Se dan a los más necesitados, una bolsa de 8 kg de alimentos y ropa.
Por actitudes así, no es de extrañar que en fechas destacadas, especialmente Navidad, reciba la colaboración altruista de muchas personas y cientos de donaciones de particulares y empresas para continuar con su bella misión.
En estos tiempos que nos han tocado vivir, personas así son las que realmente merecen aparecer en los telediarios y recibir publicidad sobre sus iniciativas.
Desde aquí, nuestro total apoyo a Don Cipriano y su bella causa.
Quien quiera saber donde acudir para colaborar la dirección de la ONG es Bajada de San Martín, 6. Toledo.
Gracias Cipriano, gracias por ayudar a los demás a no vivir la situación de hambre que necesidad que tú tenías en tu juventud durante la Guerra Civil.
Ésta es la historia de Cipriano, Don Cipriano.
Un hombre que se ha ganado el que le llamen "Don" muchísimo más que miles de personas que pueblan sin deberlo nuestros medios de comunicación.
Ojalá hubiera más gente como él.
Como "canción", aquí os dejo este vídeo donde se habla de su labor.
¡Buenas!. Aquí estamos de nuevo, para publicar una entrada protesta, en conjunto con un buen amigo bloguero al que aprovecho para dar las gracias por su colaboración y que ha sido un placer trabajar con él: Francisco Javier Martín Fernández, el cual también ha subido a su blog este artículo, donde hablamos sobre un problema universal: el Internet que nos toca sufrir a nosotr@s, l@s españoles y, como no, l@s toledan@s. Esperamos que os guste. _____________________________
2012. Parece que como dice la zarzuela “La Verbena de la Paloma”, hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad.
La técnica avanza con el objetivo de darnos mayor calidad de vida.
¿Toda?. ¡NO!.
Cual irreductibles galos, las comunicaciones y más concretamente Internet y más concretamente aún, el ADSL español resisten en su particular cruzada por fastidiarnos.
Pues sí, a estas alturas de la película de la humanidad en este pintoresco lugar que es España contamos con un ADSL de tiempos de la prehistoria tecnológica, en relación a su calidad/precio y a su servicio técnico.
Si el Santo Job, patrón de los pacientes, hubiera tenido acceso al ADSL español y a su servicio técnico, hoy sería conocido como Job el Impaciente.
Y es que el procedimiento con el que se ríen de l@s client@s es desquiciante.
-Llamas y mientras da tono te vas poniendo en la piel de Willy Fogg porque vas a viajar, o bien a Sudamérica o bien al Norte de África.
-Aunque, da igual donde llames y quién te lo coja, el resto va a ser que no saben nada, que pasarán tu queja a los responsables y que esperes 48 ó 72 horas.
Y ahí se acabó la conversación.
Pasan las horas, miras tu router como el que ve la foto de un ser querido que está lejos, lo tocas sí, pero no puedes disfrutarlo cerca de ti.
La rabia se adueña de ti y tras días sin ver resultados, agarras el teléfono con una rabia infernal.
Llamas, y ¡oh casualidad!. La persona que se pone al otro lado, no sabe ni quién eres ni porque llamas y te promete, como prometió la anterior persona, que pasará tu caso a los técnicos.
Tras demostrar que dominas a la perfección el diccionario de insultos de esta rica lengua que es el castellano, estampas el teléfono en su base.
Pasan las horas, días, no comes, no duermes y tras tanto dolor, vuelve.
Milagrosamente, vuelve tu querida y cara conexión.
Como un preso nada más salir de la cárcel, expresas tu alegría como si fuera algo extraordinario el tener Internet, el volver a ser un ciudadano del siglo XXI.
Estas situaciones no deberían ser normales. No deberían ser extraordinarias.
Porque nos merecemos algo mejor, porque cada vez somos más los que dicen QUIERO:
-Quiero no sufrir microcortes diarios y frecuentes que arruinen la película que veo on-line, la partida que estoy jugando con mis amigos, la videoconferencia con un familiar, mi actividad laboral a través de la red o la realización de mis trámites y gestiones por Internet.
Quiero que cuando llame a mi operador, se me ponga al teléfono un español que sea amable y no un sudamericano o un norteafricano, amable o no, para que ese puesto de trabajo se genere en España, que buena falta hace, y no fuera, y para que cuando le explique lo que me pasa me entienda él a mí y yo a él, más allá de acentos cerrados o expresiones localistas.
Quiero que ese español que me atienda me trate como a una persona y no como a un imbécil, que no me falte al respeto y que no me haga revisar 200 veces la configuración del PC cuando lo que le estoy explicando es que me falla Internet en todos los dispositivos (tableta, móvil, bluray, consola, televisor, portátil...). Tener que acordarme, para mis adentros y muy negativamente, del árbol genealógico completo del teleoperador con el que hablo se está convirtiendo en una indeseada costumbre que preferiría evitar.
Quiero que cuando llamo para que me digan una DNS alternativa porque la habitual se ha ido de fiesta no se escuden en que no dan soporte a routers no suministrados por ellos, porque lo que estoy pidiendo no es eso, sino datos básicos de la configuración del servicio.
Quiero que el teleoperador me escuche y reaccione en consecuencia para buscar una solución al problema; que exista diálogo y no un monólogo del cliente contra un muro de hormigón.
Quiero que la velocidad de mi conexión no baje más y más a cada día sin razón apartente y que sea suficiente para disfrutar de todos los servicios que Internet ofrece.
Quiero una infraestructura de calidad y no la porquería de red de cobre que sufrimos la mayoría de víctimas del ADSL, red saturada, deficiente e inadecuada para las necesidades y usos de Internet hoy día.
Quiero que las mejoras en infraestructuras no las disfruten siempre los mismos barrios de las mismas ciudades. Fibra óptica, VDSL, conexiones de 100 megas... siempre van destinadas a los mismos sitios y a los mismos usuarios. ¿No vale lo mismo el dinero que pagamos los demás? ¿Somos ciudadanos de segunda categoría?
Quiero que no haya zonas en mi país donde aún no existe Internet de banda ancha o donde no existe de forma tan limitada y lenta, como ocurre hoy en día en tantos pueblos y zonas urbanas.
Quiero que, del mismo modo que ONO ha cableado buena parte del Toledo moderno (aquellas zonas donde anteriormente había ya línea telefónica), también lo haga en el antiguo y que las administraciones se impliquen para compensar las posibles pérdidas que para ONO o quien sea puedan existir dadas las características propias del casco antiguo.
Quiero que los vecinos del Toledo antiguo no estemos en inferioridad de condiciones y servicios que el resto de los toledanos, que no seamos vecinos de segunda, que no se olviden de nosotros y que el Toledo intramuros sea atractivo para atraer a población de otros sitios, especialmente gente joven y negocios que no sean de souvenirs.
Quiero que, dada la lejanía del Casco de la central de la zona (situada en la Reconquista), lejanía que impide acceder a diversos servicios y ventajas tecnológicas, se haga una en el Casco o se busque la manera de que los vecinos del Toledo antiguo podamos acceder a ellos. Que haya partes del Casco donde sea imposible el streaming o servicios como Imagenio es, a estas alturas, inaceptable.
Quiero contar con infraestructuras, así todo junto, y no con INFRA estructuras, en sentido peyorativo.
Quiero que las administraciones aprendan de una vez que contar con buenas infraestructuras tecnológicas no sólo facilita la rehabilitación de zonas degradadas, sino la implantación de negocios y actividades económicas y empresariales y el incremento de la competitividad de las ya existentes.
Quiero que el proveedor de ADSL no te de de baja porque a él un buen día se le ocurra hacerlo, como me pasó a mi, y que sí lo haga cuando tú se lo pides. Si para el alta todo son facilidades e inmediatez, para las bajas ha de ser lo mismo.
Quiero que, cuando me de de baja, no me sigan mandando facturas e intentando cobrar por un servicio no prestado ni solicitado, amenazando con listas de morosos y otras medidas de chantaje y presión sicológica.
Quiero que mi proveedor y los que conforman su competencia no me frían a llamadas publicitarias tratando de engatusarme para contratar tal cosa o tal otra.
Quiero que mi proveedor no esté siempre tratando de engañarme con toda clase de estratagemas.
Quiero que el ADSL español no siga siendo uno de los más caros de Europa, especialmente cuando España es uno de los países más empobrecidos.
Porque somos usuarios de ADSL
NO VÍCTIMAS DEL ADSL.
____________________________
Espero que os haya gustado nuestro artículo y que, no os calléis cuando os ocurran estas situaciones. Somos consumidor@s, no esclav@s de sus caprichos y estrategias de mercado. Si necesitan "conejillos de Indias" para probar productos nuevos, que prueben con el Internet de los consejeros delegados de las compañías de telecomunicaciones.
Apuntaos a la "Tarifa Quiero". Cada vez somos más. :-).
Como "canción" os dejo este vídeo del gran Enjuto Mojamuto, el día que se quedó sin Internet. Para que os despierte alguna sonrisilla, al veros identificados en muchas situaciones XD.
A pesar de todas las trabas que ponen las compañías de comunicaciones, nuestras fuentes resisten:
¡Buenas!. Tras varias semanas de silencio, entre fiestas y demás. Ya estamos aquí, de nuevo para tod@s vosotr@s.
Como podéis comprobar, ha habido algunos cambios de diseño, que espero os gusten.
Bueno, pero tampoco hay que perder las buenas costumbres y es por eso que, aquí está la frase. En este caso, es un proverbio hindú.
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
Vamos al lío. Seguro que tod@s habéis visto este genial anuncio.
Al final, sale esta gran frase.
"Que nada nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida".
Esa frase, es más que una frase. Es una declaración de intenciones para tod@s nosotr@s, las personas que habitamos esta gran tierra.
Una tierra llena de cultura, de gran gastronomía, de un clima espectacular y lo mejor de todo, con una gente increíble.
Si, España es un país increíble que ha sobrevivido y seguirá sobreviviendo a cientos de golpes.
Todas las culturas que han pasado por cada rincón de nuestra geografía nos han enseñado grandes cosas que nosotr@s hemos sabido aprovechar.
Ese factor, acompañado del sol que es siempre nuestro compañero de fatigas, hacen que seamos gente alegre, divertida, que disfruta la vida y se esfuerza por demostrar lo que vale.
Tenemos un grandísimo potencial que no debemos desperdiciar en meternos en trifulcas tontas sobre "piques entre regiones".
No debemos caer en provocaciones de personas que sólo buscan su propio interés, a través de "pegarnos" los unos con los otros.
L@s ciudadan@s hemos de luchar hacia un gran futuro. La gente de la calle estamos preparad@s para ello.
Nuestro talento y las bondades de nuestra gran tierra, nos puede hacer imparables.
Sólo necesitamos creer en nosotr@s y no caer en trifulcas interiores, especulaciones de gente sin alma y demás trampas que sólo sirven para debilitarnos.
¡Adelante!. Podemos hacerlo y lo haremos.
Como canción, os dejo una de las canciones típicas españoles: un pasodoble. "Que viva España", de Manolo Escobar. Espero que os guste.
