SIMPLEMENTE... TOLEDO

martes, 1 de mayo de 2012

LA FÁBRICA DE TOLEDO.

¡Buenas!. Aquí estamos de nuevo. ¿Qué tal estáis?. Esperamos que muy bien.


Como siempre, vamos con nuestra anterior frase del día. En este caso, el autor es Manuel Azaña.


La libertad no hace felices a los hombres, los hace simplemente hombres.


Hoy, 1 de mayo, vamos a hablar de la primera fábrica y obrer@s que existieron en Toledo: la Fábrica de Armas.
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LA FÁBRICA.


Antecedentes.


La industria espadera fue durante siglos uno de los motores económicos de Toledo.


Los comienzos se remontan hasta la época romana, continuando en el tiempo hasta que su máximo esplendor fue entre los siglos XV y XVIII.


Esta producción se producía mediante pequeños artesanos, los cuales cayeron en crisis con la desaparición de la indumentaria del hidalgo.


Nacimiento de la Fábrica.


La necesidad de crear nuevas armas, hizo que en 1761, el rey Carlos III funda en Toledo la Real Fábrica de Espadas de la Corte que hizo que se recuperara la artesanía espadera.


La ubicación de los primeros talleres se sitúa en el Casco Histórico, concretamente en la calle Núñez de Arce (antigua Casa de Correos).


La prosperidad de la fábrica hizo sacarla a los terrenos extramuros de la ciudad, emplazándose en la huerta de la Santa Caridad (norte de la ciudad en la Vega Baja), a 2 kilómetros del Casco.


Se proyectó en instalar fraguas, talleres, oficinas y viviendas para jefes y empleados. Con esto se quería mantener el concepto de taller gremial de la Edad Media, con la intención de que existiera una convivencia activa entre oficiales y aprendices.


Francisco Sabatini, arquitecto italiano autor del Palacio Real de Madrid, fue el encargado de asumir y construir la Fábrica.


El edificio fue terminado en 1780.




La tipología arquitectónica de bloque compacto de planta rectangular es similar a la del resto de Reales Fábricas y se compone de dos grandes patios porticados.


Se planteaba la distinción entre los espacios principales situados en el primer cuerpo edificado, y el espacio de Fábricas situado en el patio posterior que aprovechaba la fuerza del agua conducida por el Canal de Carlos III.


La Fábrica contaba con capilla dedicada a Santa Bárbara (patrona de la Fábrica),  economato, médico, etc...


El 20 de junio de 1781, por una Real Orden l@s operari@s se bajan a vivir y a trabajar a la Fábrica, que constaba tan sólo del Edificio Sabatini.


La Fábrica de Armas dependió en un primer momento de la Corona y más tarde se cedió al Cuerpo de Artillería, estando 4 años durante dominación francesa.


Siglo XIX.


La Fábrica amplió sus instalaciones con edificios neomudéjares, y con un trazado urbano que abarcaba unos 250.000 metros cuadrados, con calles y arboladas.


En 1840 se modernizó la Fábrica, ampliándose los talleres y se comenzaron a fabricar cartuchos metálicos para las armas de fuego.


Algunas obras fueron reconocidas en la Exposición de Viena con la Medalla de Oro.


Se fabricaron espadas, artificios, instrumental quirúrgico, cuchillas de afeitar, etc...


Se producían unas 5.000 armas anuales.


A finales del siglo XIX se instalaron máquinas hidráulicas que aprovechaban las aguas del Tajo para aumentar una producción que llegó a las 40.000 hojas anuales y unos 200.000 cartuchos.


Siglo XX.


Los talleres de Utillaje, Cartuchería, Fundición o Cirugía tenían una gran producción.


Durante la dictadura del general Franco, la Fábrica de Armas siguió con su producción. 


Sin embargo, poco a poco, con el paso del tiempo el sistema de adjudicación por concurso de las armas incluía ofertas de otros países, mucho más baratas que la Fábrica de Toledo.


Este hecho desembocó en una crisis que afectó principalmente a la factoría toledana.


En 1947, una crecida del Tajo se llevó la antigua pasarela que se encontraba en la parte trasera del complejo, por donde se transportaban mercancías hasta camiones y furgones del Ejército.


En los 80, la Fábrica se adoptó a las nuevas tecnologías y se levantó un nuevo taller para el llamado proyecto HOT, de tubos lanzadores de cohetes de fibra.


La Fábrica se cierra definitiva en 1996.


En 1998, el Ministerio de Defensa vende al ayuntamiento de Toledo los terrenos y edificios de la Fábrica de Armas y éste a su vez cede el uso a la UCLM, la cual creó en esta zona de la ciudad el Campus Tecnológico de Toledo.






L@S OBRER@S.


Hay algo que en la historia de la Fábrica no cambio nunca. La hora para entrar a trabajar eran las 7 de la mañana. Una sirena así lo indicaba, una sirena que despertaba a la ciudad de Toledo e indicaba su progreso.


Como antes se ha indicado, en 1781 l@s obrer@s se bajan a vivir y a trabajar a la Fábrica, al edificio Sabatini.


Gentes de todos los barrios acudían a la Fábrica. Y no sólo de Toledo. Gentes de pueblos periféricos también eran trabajadores.


En 1901 se decidió formar a un mayor número de jóvenes para incrementar la producción.


Se tomó la decisión de que los alumnos del Colegio de Huérfanos de Infantería aprendiesen en la Fábrica de Armas de Toledo, los oficios de grabador, cincelador y repujador.


Se materializó la Escuela de Aprendices de Armas y Cartuchos. Se estudiaba aritmética, geometría, mecánica, dibujo y se realizaban prácticas en los talleres.


Se renovaron las instalaciones sanitarias, el supermercado y se creó un equipo de fútbol, un cine de invierno y de verano, y un periódico donde se contaba todo lo relativo a toda actividad de la Fábrica llamado "Orden del Establecimiento".


Hay que decir que l@s obrer@s de la Fábrica de Armas fueron pioner@s en demandas sociales y movimiento sindical en la ciudad de Toledo.


En 1948, se construye el Poblado Obrero, un proyecto más que necesario debido a los problemas de vivienda que tenían l@s obrer@s desde la década de los 20, del siglo XX.


En total, fueron 150 viviendas de la primera fase, donde se incluía servicios como un colegio.




Es destacable la unión de l@s trabajador@s, lo cual se percibía en actos como en el Corpus, donde desfilaban al cerrar la procesión bajando desde el Alcázar a Zocodover junto a los cadetes de la Academia.


En los años 50 crearon la Cofradía de la Virgen del Amparo, que cada año sale en Semana Santa.


Durante la producción de la Fábrica, l@s obrer@s sufrieron multitud de accidentes laborales, siendo los más graves los producidos en 1983 y en 1986. Aquí os dejo los enlaces de como contaba la prensa los accidentes.


- Accidente de 1983: http://elpais.com/diario/1983/05/18/espana/422056823_850215.html

- Accidente de 1986:http://elpais.com/diario/1986/11/08/espana/531788407_850215.html


Al cierre de la Fábrica, se negociaron pre-jubilaciones e indemnizaciones en caso de accidente laboral.
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Y hasta aquí nuestro homenaje a esta primera gran empresa de la ciudad de Toledo, símbolo de los inicios del movimiento obrero toledano. 


Espero que os haya gustado.


Fuentes:


http://pagina.jccm.es/revista/sitio/index.php?option=com_content&view=article&id=1260&Itemid=1515

http://www.uclm.es/profesorado/marodriguez/pdf/investigacion/pobladoobrero.pdf


Como canción, os dejo "El Vals del Obrero" de SKA - P.




Aquí os dejamos nuestras fuentes:


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Muchas gracias por vuestras lecturas y comentarios. Sois el motor del blog. 


Se despide,


Triskel, gota de palabra.

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada. Gran resumen de la "vida" industrial que tenía antes Toledo debido a su fábrica de armas. Este motor que movía gran parte de la ciudad ha desaparecido, aunque en mi opinión es mejor crear universitarios que armas. Es un buen ejemplo de rehabilitación y reutilización de edificaciones para sus nuevos usos. No hay por qué destruir y crear algo nuevo y novedoso si se pueden dar nuevos usos a edificaciones y zonas que ya no se utilizan.

    Curiosos los artículos enlazados del periódico "el país" sobre los accidentes del 86 y del 83.

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  2. Mi abuela trabajó en al Fábrica. Ya jubilada, vivía en Sta Teresa y el día del accidente yo estaba durmiendo allí. Recuerdo perfectamente las explosiones y las columnas de humo. Fue bastante sobrecogedor. Con más cariño recuerdo el ruido de la sirena, marcando los turnos de mañana y tarde. Seguramente, con el ruido que soporta el barrio en la actualidad, sería muy difícil de oir. Magnífica entrada!!

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